El récord de temperaturas alcanzado en 2023 y los constantes fenómenos meteorológicos extremos derivados del calentamiento global, ponen de manifiesto que tenemos que acelerar el ritmo en la lucha contra el cambio climático. En este momento tan decisivo, es fundamental reconocer el papel crucial que desempeñan las empresas en este desafío global.
Para el sector empresarial español la lucha contra el cambio climático no es intrascendente, es uno de los objetivos principales de la RSE de las compañías. De hecho, Pacto Mundial informa en su Anuario Climático de 2023 que más de la mitad de las empresas españolas adheridas a SBTi (los objetivos para reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero) ya han aprobado medidas a corto plazo basadas en la ciencia y el 88% de estos objetivos están alineados con el 1,5°C. Lo cual pone de manifiesto la ambición de las empresas españolas para la consecución del Acuerdo de París.
Aunque, según Naciones Unidas, el tejido empresarial global requiere una mayor madurez en las estrategias, siendo necesario pasar del compromiso a la acción mediante el establecimiento de objetivos concretos, cuantificables y ambiciosos, así como de medidas eficaces, para alcanzar las emisiones netas cero antes de 2050. Es por ello que a medida que enfrentamos la crisis climática, es imperativo que las empresas asuman su responsabilidad y contribuyan activamente a la mitigación de los impactos ambientales.
Las compañías tienen el poder de marcar la diferencia en la lucha contra el cambio climático a través de acciones como la reducción de emisiones, la innovación, la transparencia o la construcción de alianzas con otros actores sociales. No obstante, la mejor vía para manifestar el compromiso ambiental de las empresas y pasar a la acción es el voluntariado corporativo. Una poderosa herramienta de impacto directo que permite combatir el cambio climático y promover la sostenibilidad de diversas formas:
- Acciones de conservación ambiental: actividades de voluntariado enfocadas en la conservación ambiental, como la limpieza de playas, parques o áreas naturales, la reforestación de zonas deforestadas o la restauración de hábitats naturales.
- Promoción de la movilidad sostenible: programas que promuevan la movilidad sostenible, como la organización de eventos de bicicleta al trabajo, la promoción del uso compartido de vehículos o la creación de infraestructuras para peatones y ciclistas.
- Educación y sensibilización: mediante talleres y charlas las empresas pueden educar y sensibilizar a empleados y comunidades sobre la importancia del cambio climático y las acciones que pueden tomar para mitigarlo.
- Apoyo a proyectos de energía renovable: facilitar oportunidades de voluntariado corporativo en proyectos de energía renovable, como la instalación de paneles solares en comunidades locales o la construcción de parques eólicos.
- Participación en programas de carbononeutralidad: involucrar a sus empleados en programas de voluntariado corporativo que contribuyan a la neutralidad de carbono, como la siembra de árboles para compensar las emisiones de carbono o la participación en proyectos de captura y almacenamiento de carbono.
En resumen, el voluntariado corporativo ofrece una oportunidad única para luchar contra el cambio climático al movilizar recursos humanos, amplificar el impacto, promover la conciencia y la educación, fomentar la innovación y la creatividad, y reforzar el compromiso y la responsabilidad corporativa. Al participar juntos de manera colaborativa y comprometida en acciones concretas y significativas, las empresas desempeñan un papel trascendental en la construcción de un futuro más sostenible y resiliente para todos.
Si quieres implantar un programa de voluntariado corporativo que genere un alto impacto positivo en el medio ambiente y en el cuidado del planeta, contáctanos y descubre todas las posibilidades que tiene tu empresa.